¿Qué es el estrés?

El estrés es la forma en la que reacciona nuestro cuerpo a cualquier tipo de presión o amenaza. Al sentir el peligro, ya sea real o imaginario, nuestro cuerpo reacciona en un proceso rápido y automático conocido como la reacción de “lucha o huida”.
Esta es la manera en la que nuestro cuerpo nos protege. Cuando hay un correcto equilibrio, nos ayuda a mantener la concentración, nos sentimos con energía y estamos alerta. En situaciones de emergencia, el estrés puede salvar nuestra vida, nos permite defendernos, por ejemplo, si manejamos nuestro auto, podemos frenar para evitar accidentes o si hay un sismo, nos podemos poner en un lugar seguro.
El estrés puede afectar a personas de cualquier edad, género y circunstancias personales.
Si bien es cierto que, el estrés nos puede ayudar, también nos puede perjudicar y causar gran daño a nuestra salud, ya que se altera nuestro estado de ánimo, nuestra productividad, nuestras relaciones y nuestra calidad de vida.
¿Es malo el estrés?
¿Qué sucede cuando nuestro cuerpo se estresa?
La famosa respuesta de lucha o huida
Cuando nos sentimos amenazados, nuestro sistema nervioso responde liberando hormonas que nos ayudan a enfrentar el estrés, como la adrenalina y el cortisol, que despiertan el cuerpo para la acción de emergencia. Sentimos que nuestro corazón late más rápido, nuestros músculos se tensan, nuestra presión arterial aumenta, se nos acelera la respiración y nuestros sentidos se agudizan. Estos cambios físicos aumentan nuestra fuerza y resistencia, nuestro tiempo de reacción es muy rápido, es decir, estamos preparados para luchar o huir del peligro que se nos presente.
Los efectos del estrés crónico
Cuando nos encontramos muy estresados, nuestro sistema nervioso no es muy bueno en distinguir entre las amenazas físicas y emocionales.
Si tendemos a estresarnos con frecuencia, lo cual es muy común en la actualidad, nuestro cuerpo estará en un estado de estrés la mayor parte del tiempo. Y eso puede llevarnos tener graves problemas de salud.
El estrés crónico altera casi todos nuestros sistemas en el cuerpo. El estrés crónico suele suprimir nuestro sistema inmunológico, causar malestar digestivo y reproductivo, aumentar el riesgo de ataque cardíaco y accidentes cerebrovasculares, así como también acelerar el proceso de envejecimiento. Nos hace más vulnerables a la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental.
¿Qué problemas de salud nos puede causar el estar estresado(a)?
- Depresión y ansiedad.
- El dolor muscular de cualquier tipo.
- Problemas para dormir.
- Enfermedades autoinmunes, como ejemplo: Enfermedad celiaca, Lupus, Diabetes, entre otros.
- Problemas digestivos.
- Enfermedades de la piel.
- Enfermedad del corazón.
- Problemas de peso.
- Dificultades reproductivas.
- Problemas de memoria.
Los signos y síntomas de sobrecarga de estrés

Lo más peligroso del estrés es la facilidad con que puede “adherirse” a nosotros, lo vemos como algo común y normal. Al principio es posible que no nos demos cuenta de cuánto está afectándonos. Es por eso que, es importante estar al tanto de las señales de advertencia y síntomas comunes de sobrecarga de estrés.
Síntomas cognitivos:
- Problemas de memoria.
- Incapacidad para concentrarse.
- Falta de criterio.
- Ver solo lo negativo.
- Pensamientos de ansiedad.
- Preocupación constante.
Síntomas emocionales
- Depresión.
- Infelicidad en general.
- La ansiedad y la agitación.
- Cambios de humor, irritabilidad o ira.
- Se siente abrumado.
- Soledad y aislamiento.
- Otros problemas de salud mental o emocional.
Síntomas físicos
- Molestias y dolores.
- La diarrea o estreñimiento.
- Náuseas, mareos.
- dolor en el pecho, ritmo cardíaco rápido.
- Pérdida del deseo sexual.
- frecuentes resfriados o gripe.
Síntomas de comportamiento
- Comer más o menos
- Dormir demasiado o demasiado poco
- Apartarse de los demás
- Dilatar o descuidar las responsabilidades
- El uso de alcohol, cigarrillos, o drogas para relajarse
- Los hábitos nerviosos (por ejemplo, morderse las uñas, sudoración de manos y pies)
Causas
Las situaciones que causan estrés son conocidas como factores de estrés. Generalmente pensamos que el estrés solo es ocasionado por situaciones negativas, como un ritmo de trabajo duro o una relación difícil. Pero también, situaciones positivas nos pueden ocasionar estrés, como una boda, la llegada de un bebé o planear un viaje.
Es importante aclarar que no todo el estrés es causado por factores externos. El estrés también puede ser interno o auto-generado, como por ejemplo cuando nos preocupamos excesivamente de algo que puede o no suceder, o tenemos pensamientos irracionales y pesimistas acerca de nuestra vida.
Por último, pero no menos importante, es mencionar que una de las causas del estrés depende de la percepción de cada uno de nosotros. Lo que es estresante para ti puede no perturbar a otra persona; incluso el otro puede disfrutarlo. Por ejemplo, manejar un automóvil, para mí es algo estresante, pero para otras personas puede ser algo relajante, quizás les permite más tiempo para pensar y disfrutar de la música mientras conducen.
Ejemplos de algunas de las causas más comunes que nos generan estrés son:
Causas externas:
- Grandes cambios.
- Trabajo o la escuela.
- Dificultades en las relaciones.
- Problemas financieros.
- Estar demasiado ocupado.
- La familia.
Causas internas
- Pesimismo.
- Incapacidad para aceptar la incertidumbre.
- pensamiento rígido, la falta de flexibilidad.
- El diálogo interno negativo.
- Las expectativas poco realistas / perfeccionismo.
- Actitud Todo o nada.
Siento estrés ¿qué hago? Tratamiento
- ¡Muévete!
Comenzar a subir nuestro nivel de actividad física es algo fácil que podemos empezar a hacer para ayudarnos a nosotros mismos y sentirnos mejor. El ejercicio regular puede levantar nuestro estado de ánimo y servir como una distracción de las preocupaciones, el cual permite romper el ciclo de pensamientos negativos que alimentan el estrés.
Los ejercicios rítmicos como caminar, correr, nadar y bailar son particularmente eficaces, sobre todo si se hacen con atención plena (centrar nuestra atención en las sensaciones físicas que experimentamos mientras nos movemos).
- Aprende a relajarte

No se puede eliminar por completo el estrés de nuestras vidas, pero se puede controlar. Las técnicas de relajación como el yoga, la meditación y la respiración profunda activan una respuesta de relajación del cuerpo, provocando un estado de sosiego contrario al estrés. Cuando se practica regularmente, estas actividades conducen a una reducción en los niveles de estrés, un impulso en los sentimientos de alegría y serenidad. También propician el aumento de la capacidad de mantener la calma y controlar la presión.
- Come saludable
Los alimentos que comemos pueden mejorar o empeorar nuestro estado de ánimo y afectar la capacidad de hacer frente a los factores estresantes de la vida.
Tener una mala dieta entre carbohidratos refinados y alimentos azucarados puede empeorar los síntomas de estrés. Comer una dieta rica en frutas y verduras frescas, proteínas de alta calidad y grasas saludables (aceite de oliva, nueces, semillas, palta, etc.) especialmente los ácidos grasos omega-3 (como el pescado), puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo.
- Conectar con los demás o buscar una red de apoyo
El simple hecho de hablar cara a cara con otra persona, nos puede ayudar a liberar las hormonas que alivian el estrés cuando nos sentimos incómodos o inseguros. Aunque sea un breve intercambio de palabras amables o una mirada amistosa de otro ser humano puede ayudar a calmar y suavizar nuestro sistema nervioso. Así que, pasar tiempo con personas que te hacen sentir bien nos ayudara a afrontar el estrés.
Si no tenemos alguna o ninguna relación cercana, o esas relaciones son la fuente de estrés, podemos buscar ayuda por parte de algún profesional de la salud mental, la terapia cognitiva conductual es una excelente opción para tratar temas de estrés. Pero si lo tuyo es un estrés crónico, también sería conveniente la visita a algún psiquiatra para ayudar con medicamento.
Recuerda que es importante llevar terapia psicológica y ayuda médica psiquiátrica a la par, somos seres biopsicosociales, así que debemos tratarnos de manera multidisciplinar.