Cómo saber si realmente siento depresión o tristeza?

Hay días que estamos tristes y ciertos síntomas nos hacen pensar que estamos deprimidos ¿Cómo saber si estoy realmente deprimido? ¿Depresión y tristeza significan lo mismo?
¿Qué es la depresión?
Coloquialmente empleamos el término depresión, para manifestar que nos estamos sintiendo tristes o con pocas energías. Es muy común que lo usemos tanto para manifestar nuestros estados internos, como los de los demás, pero debemos comprender la real magnitud de lo que la depresión (trastorno del humor) representa.
Empezaremos mencionando que si bien depresión y tristeza son dos conceptos diferentes, estas a su vez tienen múltiples puntos en común. Son dos ideas que se suelen malinterpretar y confundirse a menudo.
La depresión es uno de los principales trastornos del humor ya que es cada vez es más frecuente en la población, así que es muy probable que nosotros en algún momento de nuestra vida experimentemos este trastorno o alguna persona de nuestro entorno.
La depresión es una psicopatología, en la que por distintas causas y razones, la persona que la padece manifiesta ciertos síntomas: tristeza, apatía, angustia, sentimientos de desesperanza. Es decir, la tristeza es solo una de las facetas de la depresión. Por lo mismo, no siempre que experimentemos tristeza estaremos presentando un cuadro depresivo, sentirse triste no es suficiente para hablar de depresión.
El sentimiento de tristeza
El sentimiento de tristeza es un estado psicológico relativamente habitual, y que no es por sí mismo indicador de ningún trastorno mental. Sencillamente, es la reacción psicológica ante algo que nos ha herido o ante unas circunstancias difíciles de las que nos parece complicado escapar. La aparición de la tristeza, el llanto y los lloros es algo totalmente normal.
La tristeza es una más de las emociones básicas del ser humano. No es mala ni nos debe preocupar en exceso que alguien esté triste durante unos días. Podemos estar tristes cuando perdemos a un familiar o a un amigo cercano. Podemos sentir tristeza cuando se nos trunca un plan e incluso podemos sentirnos así sin motivo aparente, tal vez por un cambio hormonal o porque nos hemos levantado con un estado de ánimo bajo.
¿Cuándo la tristeza se convierte en depresión?
Donde se hace importante estar alerta, es cuando la tristeza se prolonga en el tiempo, ya que puede conducir a un caso de depresión. El deterioro progresivo en la calidad de vida de la persona afectada, puede notarse porque se vuelve incapaz de hacer sus tareas cotidianas, se muestra afectado (llanto, aislamiento) de forma frecuente y se ve muy limitado por su estado psicológico. Si esta situación perdura durante varios meses, es posible que la persona esté inmersa en el desarrollo de un cuadro depresivo.
La diferencia entre tristeza y depresión es, en parte cuantitativa. Pero también hay una diferencia cualitativa: en la depresión muchas veces no se puede identificar el hecho o el recuerdo que genera el malestar. Eso es algo que no ocurre cuando estamos tristes, en esas situaciones, nos sentimos así por un hecho que, más o menos, conocemos.
La tristeza es, en realidad, una emoción útil. Sirve para añadirle tono emocional a ciertos recuerdos y, de ese modo, tomar decisiones más sabias en el futuro. La diferencia entre la depresión y la tristeza estaría, pues, en que la segunda en una alteración del funcionamiento normal del cerebro, algo que no es útil sino que nos supone una barrera. Es por eso, que se considera que los síntomas de los trastornos depresivos deben ser mitigados, y actualmente se trabaja para ir a la raíz del problema con el objetivo de eliminar el trastorno en sí mismo, aunque de momento no se sabe cómo hacerlo y quedan por delante muchos años de investigación.
Tal y como hemos visto, un estado de tristeza común es pasajero y no reviste mayor importancia. Es muy probable que las personas que pasan por un período de dolor emocional no requieran de ningún apoyo profesional específico. Simplemente, la vuelta a la rutina y el apoyo informal de sus amigos, familiares y allegados puede ser más que suficiente para que la vida retome su curso y puedan superar este estado de tristeza. Sin embargo, la depresión es un trastorno serio que debe ser tratado por un profesional, porque afecta muy significativamente a la calidad de vida de la persona. Un diagnóstico certero y una terapia enfocada en la reestructuración cognitiva, si es necesario psicofármacos, puede ayudar decisivamente a que el paciente recupere su bienestar psicológico, lo mantenga en el tiempo, evitando recaídas.
Síntomas para detectar la depresión: mentales y físicos
Como hemos visto no podemos emplear el término “depresión” a la ligera. La CIE- 10 (Clasificación internacional de enfermedades, décima versión) nos indica que para considerar que estamos deprimidos, debemos presentar principalmente:
- Humor depresivo.
- Pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas.
- Disminución de la vitalidad.
- Reducción del nivel de actividad.
- Cansancio exagerado, que aparece incluso tras un esfuerzo mínimo.
También son manifestaciones de los episodios depresivos:
- La disminución de la atención y concentración.
- La pérdida de la confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad.
- Las ideas de culpabilidad y de sentirse inútil (incluso en los episodios leves).
- Una perspectiva sombría del futuro.
- Los pensamientos y actos suicidas o de autoagresiones.
- Los trastornos del sueño.
- La pérdida del apetito.
Además el CIE-10 nos indica que la tristeza patológica que se presenta, varía escasamente de un día para otro y no suele responder a cambios ambientales, aunque se puede intensificar en ciertas horas del día.
Así mismo, en algunos casos, la ansiedad, el malestar y la agitación psicomotriz pueden predominar sobre la depresión. La alteración del estado de ánimo puede estar enmascarada por otros síntomas, tales como irritabilidad, consumo excesivo de alcohol, comportamiento histriónico, exacerbación de fobias o síntomas obsesivos preexistentes o por preocupaciones hipocondríacas.
Por otro lado, el tiempo mínimo para diagnosticar a una persona con depresión debe ser de dos semanas como mínimo, semanas en donde la persona presentará estos síntomas a diario o en ciertos casos se diagnostica en períodos más cortos cuando los síntomas son excepcionalmente graves o de comienzo brusco.
Dependiendo de la cantidad e intensidad de los síntomas que está presentando la persona, se designan tres niveles de gravedad de la depresión, los cuales pueden ser leve, moderado o grave.
Tratamiento para la depresión

Definitivamente el trastorno depresivo es una enfermedad, que, por la intensidad de sus síntomas, lleva a la persona a un estado emocional del cual es muy complicado salir por sí mismo. Por lo tanto, es necesario el apoyo especializado de profesionales de la salud mental y el entorno social inmediato de la persona que la padece.
Si consideras que presentas algunos de estos síntomas o conoces a alguien que posiblemente los tenga, es importante que solicites la ayuda especializada, tanto para establecer un diagnóstico como para determinar el tratamiento y seguimiento correspondiente.
Gracias a uds . la información me ayuda a entender.