Un número importante de mujeres ven alterado su día a día por los cambios hormonales. Dichos cambios se presentan relacionados con aspectos tanto emocionales como físicos. Si estos sentimientos tales como la desesperanza, tristeza o la irritabilidad persisten en todos los ciclos menstruales, puede tener efectos negativos a largo plazo, y por ello es necesario visitar a un profesional que cuente con maestrías en psicología, capaces de tratar esta patología.
Varios estudios apuntan a que los síntomas asociados a un trastorno disfórico con mayor complejidad a los síntomas normales, pueden llegar a interponerse en diversos hábitos de convivencia, debido a que traen consigo la disminución del confort emocional, cognitivo y físico.
¿En qué consiste?
El Trastorno Disfórico Premenstrual es el conjunto de síntomas asociados a las sensaciones emocionales negativas, conductuales y físicas que se presentan en el período premenstrual. Como consecuencia se puede llegar a presentar señales de depresión grave, ansiedad y otros síntomas aproximadamente diez días antes de la menstruación.
Este comportamiento fue mencionado por primera vez en la Antigua Grecia, por el médico Hipócrates, quien por su parte atribuyó la sintomatología al “escape agitado que buscaba la sangre de la matriz”.
El Trastorno Disfórico Premenstrual, a diferencia de las alteraciones normales durante la menstruación, puede tener repercusiones psicológicas graves tales como desórdenes drásticos en el ánimo, inflamación y sensibilidad en los senos, junto a cambios repentinos en los hábitos alimenticios y del sueño.
Aspectos psicológicos del TDPM
Existen casos que el TDPM puede fomentar alteraciones psicológicas ya existentes, como puede ser la búsqueda de aislamiento, llanto frecuente, disminución de productividad laboral, ira habitual, entre otros.
Causas
No se sabe en profundidad las causas del TDPM. Estudios de seguimiento de este trastorno, lo han vinculado a los cambios hormonales que ocurren durante el periodo menstrual junto con una alteración química del cerebro que afecta el estado de ánimo, llamado serotonina u hormona de la felicidad.
Este tipo de estrés y cambios drásticos emocionales durante la menstruación se equipará a la misma tensión que se produce tras un hecho traumático como puede ser un abuso físico, emocional o psicológico. En este trastorno se destaca al menos uno de los siguientes indicios emocionales y comportamentales:
- Dolores de cabeza: el estrógeno es una hormona sexual principalmente femenina, que disminuye en este ciclo y con esta patología produciendo cefaleas de manera repentina y constante.
- Dificultad para dormir: este malestar viene acompañado de insomnio, por sobre pensar hábitos diarios.
- Fatiga o falta energía.
- Sensibilidad al rechazo ante la sensación que no siempre es real, de sufrir escarnios burlescos o la crítica de personas importantes.
- Ansiedad o estrés: la ansiedad es un escudo ante situaciones adversas, sin embargo, en esta enfermedad se presenta inesperadamente dando los siguientes síntomas: presión en el pecho, mareo, miedo a perder el control o a morir.
- Mal humor extremo: el estrés por ciertas circunstancias, está vinculado a que cualquier situación genere irritabilidad e ira muy marcada.
- Depresión persistente: es un trastorno mental que puede aparecer en algunas mujeres durante el ciclo premenstrual. Se caracteriza por la falta de ganas para realizar las tareas habituales, llanto constante y sin razón, perdida de interés por el aseo personal y cansancio.
- Ataques de pánico: miedo sin razón a un peligro inexistente.
Hay que generar conciencia sobre la relevancia de este síndrome. Cuando se toma con la importancia que debería por parte de un profesional en el área de psicología, se tendrá en cuenta como puede impactar en la vida profesional, social, familiar, afectiva y sexual de la mujer.
Por lo tanto, se hace necesario un reconocimiento tanto del profesional de la medicina así como del especialista en Psicología.
Algunos países han incluido la licencia menstrual, para darle garantía a los derechos de la salud mental y la físico de la mujer.
Posible tratamiento
Inicialmente, se realizan estudios para determinar cualquier otro antecedente de depresión o ansiedad y se verifica la evidencia de los síntomas anteriormente mencionados. No existen medicamentos específicos que lo regulen en cualquier persona, pero sí existen antidepresivos para estabilizar el estado de ánimo, no se sugiere hacer ningún tipo de automedicación, sino consultar en primera instancia con un profesional. Entre ellos se destacan:
- Analgésicos, como por ejemplo el ibuprofeno se caracteriza por ser antiinflamatorio.
- Técnicas para manejar el estrés como la meditación y otras formas de autocuidado.
- Antidepresivos, siempre recetados por un especialista.
- Terapia hormonal, en el caso de diagnóstico de desequilibrio hormonal.
A pesar de las consecuencias negativas del TDPM mencionadas en este artículo, no se le da el seguimiento necesario. Por ello, cada vez más, aumentan los expertos que quieren ahondar más en los tratamientos psicológicos en la mujer.
Es recomendable revisar los cambios en la propia conducta semanas antes del periodo menstrual, y si se presentan de manera reiterada los síntomas mencionados, se recomienda pedir ayuda a un profesional.